Provisión abundante
En nuestro jardín, tenemos un comedero para aves, y nos encanta ver cuando los pajarillos se acercan y beben del agua dulce. Sin embargo, hace poco, hicimos un viaje breve y olvidamos reponer el alimento y el agua. Cuando volvimos, estaba totalmente seco. ¡Pobres aves! —pensé—. Por mi mala memoria, se quedaron sin comida. Pero luego, recordé que no soy yo quien las alimenta: es Dios.
Sangre vital
A Mariana le costaba entender por qué Jesús había tenido que derramar su sangre para proporcionar la salvación. ¿A quién se le ocurriría limpiar algo con sangre? Sin embargo, la Biblia afirma: «Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre…» (Hebreos 9:22). Para Mariana, ¡eso era repugnante!
Antes del teléfono
Como madre de niños pequeños, suelo ser susceptible al pánico. Lo primero que hago es llamar por teléfono a mi mamá y preguntarle qué hacer con la alergia de mi hijo o la repentina tos de mi hija.
Querer crecer
El axolote es un enigma biológico. En vez de crecer y alcanzar una forma adulta, esta salamandra mexicana en peligro de extinción mantiene el aspecto de un renacuajo durante toda su vida. Escritores y filósofos lo han usado como un símbolo de alguien que tiene miedo de crecer.
Regalo frágil
Cuando regalamos algo que puede romperse, nos aseguramos de que la caja lleve impresa en letras grandes la palabra FRÁGIL, ya que queremos que la traten con cuidado.
Un siervo fiel
Madaleno es albañil. De lunes a jueves, construye paredes y repara techos. Es callado, confiable y trabajador. Después, de viernes a domingo, sube a las montañas a enseñar la Palabra de Dios. Habla náhuatl, un dialecto mejicano, lo que le permite comunicar sin problema la buena noticia de Jesús a la gente de esa región. Con 70 años, sigue construyendo casas, pero también edifica a la familia de Dios.
Con y en nosotros
Mi hijo acababa de empezar la guardería infantil. El primer día, lloró y dijo: «No me gusta la guardería». Mi esposo y yo hablamos del tema con él y le dijimos: «Quizá nosotros no estemos allí físicamente, pero estamos orando por ti. Además, Jesús está siempre contigo».
Migajas de tiempo
Un amigo de mi familia venía a nuestra ciudad para participar de unas reuniones importantes. Es un hombre muy ocupado, pero organizó su ajustada agenda para visitarnos durante media hora y cenar con nosotros. Nos encantó verlo, pero recuerdo que miré mi plato y pensé: «Solo tuvimos las migajas de su tiempo».
Guardado en mi corazón
Estoy acostumbrándome a leer revistas digitales, y me siento bien al estar protegiendo los árboles. Además, no tengo que esperar que los ejemplares me lleguen por correo. Sin embargo, echo de menos las ediciones impresas, porque me gusta deslizar los dedos por las hojas satinadas y recortar mis recetas favoritas.
La armonía de nuestra vida
La música afecta a las personas de manera diferente. El compositor la oye en el seno de su imaginación. La audiencia la escucha con sus sentidos y emociones. Los miembros de la orquesta oyen más claramente el sonido de los instrumentos que tienen más cerca.